doi: 10.31391/0nmtjw14


PRESENTACIÓN



Los procesos electorales celebrados desde hace al menos dos décadas en el continente americano han arrojado resultados que están cambiando el escenario político–ideológico y la forma en que se relaciona el Estado con la sociedad. Por un lado, a lo largo y ancho del hemisferio, hubo avances de movimientos, partidos y candidatos de derecha ultraderecha. Una vez en el poder, esos políticos emprendieron, en mayor o menor medida según el caso, una cruzada en contra de distintas instituciones políticas —como las cortes, el Poder Legislativo y las agencias autónomas— y restringieron libertades y derechos ciudadanos. Las presidencias de Donald Trump en ee.uu., Jair Bolsonaro en Brasil, Nayib Bukele en El Salvador y, más recientemente, Javier Milei en Argentina, son algunos claros ejemplos.

Por otro lado, el agotamiento de un proyecto económico de corte neoliberal, los altos niveles de desigualdad y la crisis de representación política facilitaron que un número importante de países diera un giro hacia la izquierda. La primera ola de gobiernos “progresistas” se distinguió por el ascenso de figuras como Hugo Chávez en Venezuela, Inacio Lula da Silva en Brasil, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador. La agenda de estos mandatarios, no exenta de crítica o desaciertos, estuvo marcada por un cambio de paradigma para centrarse en atender las necesidades de las clases menos favorecidas. Para algunos actores la victoria de Andrés Manuel López Obrador en México en 2018 marcó el comienzo de una segunda ola de gobiernos progresistas que continúa con la llegada de Gustavo Petro en Colombia, Gabriel Boric en Chile y el regreso de Lula da Silva en Brasil y del Frente Amplio en Uruguay.

Es en ese contexto que los procesos electorales en curso son de gran relevancia, desde la victoria de Javier Milei en Argentina a finales de 2023 hasta las elecciones en ee.uu. celebradas en noviembre de este 2024, en las que Donald Trump ganó nuevamente la presidencia. De igual importancia en el año en curso ha sido la reelección de Nayib Bukele en El Salvador y la elección de Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México, procedente de la misma agrupación política de su antecesor, López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

En concordancia con lo anterior, este número tiene como propósito analizar el posible impacto de la nueva conformación del poder político en el continente americano. Para ello, la atención se centra en países que adquirieron un matiz especial, ya sea por su importancia regional o por las implicaciones para la ciudadanía y el régimen político. Nos referimos a los casos de Argentina, El Salvador, Venezuela y México. Todos estos desarrollados en la sección central Fórum.

Comenzando en orden cronológico, Luis Antonio González Tule y Carlos Ignacio González Arruti reflexionan en torno a la llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina a finales de 2023. Aquí los autores exploran cuáles fueron algunos de los factores que favorecieron el triunfo de Milei, pues se trata de la primera vez que un outsider autodefinido como libertario y anarcocapitalista alcanza el cargo de elección popular más importante. Asimismo, en el trabajo se revisa la agenda programática e ideológica del economista argentino, y se analiza el impacto de las políticas que ha implementado a un año de tomar protesta.

El segundo proceso que tuvo lugar y que forma parte de este número es el de El Salvador. Este es abordado por Rafael A. Molina, quien también explora los factores políticos que permitieron el triunfo de Bukele, así como los elementos más destacados del proceso en el que fue reelecto y su partido político, Nuevas Ideas, obtuvo mayoría legislativa. Para Molina, la continuidad del proyecto que encabeza Bukele representa la confirmación de un régimen autocrático electoral caracterizado, entre otros factores, por la presencia de un partido hegemónico y la centralización del poder con respaldo popular.

Por su parte, Javier Rosiles Salas analiza el caso mexicano centrándose en tres elementos destacables de las elecciones generales celebradas en junio de 2024. El primero es la gran victoria de Morena y de Claudia Sheinbaum, quien ganó con mayor respaldo que cualquier candidato desde que se celebran elecciones competitivas. El segundo es el papel de la oposición a nivel subnacional, que sirvió de contención en al menos ocho entidades federativas. Por último, y no obstante el punto anterior, en el trabajo se reflexiona sobre la fragilidad misma de la oposición en México, la cual quedó relegada a un rol menor en la política nacional ante el arrollador triunfo de Morena y la amplia mayoría con que cuenta en ambas cámaras legislativas.

Por último, dentro de esta primera parte del número, Guillermo Boscan y Pablo Biderbost abordan las controvertidas elecciones venezolanas celebradas en julio de 2024. En su artículo, ambos revisan la situación política pre y post electoral, y resaltan la importancia de la credibilidad y el reconocimiento internacional para la legitimación democrática tanto del gobierno como de la oposición. El elemento agregado de este texto es el análisis a partir de la teoría de juegos, con la cual Boscan y Biderbost construyen un modelo formal y delimitan distintos escenarios que explican el comportamiento y las acciones de los actores involucrados, a la vez que brindan un panorama sobre el futuro de la democracia venezolana.

La siguiente sección de la revista, Exploraciones, cuenta con aportes gráficos, ensayos sobre aspectos vinculados con los casos de la sección anterior y una entrevista. En ese tenor, la colaboración visual se centra en la campaña presidencial mexicana de este 2024, primero, con la colaboración del equipo de Signa_lab (Laboratorio de Innovación Tecnológica y de Estudios Interdisciplinarios Aplicados del iteso), integrado por Paloma López–Portillo y Eduardo G. de Quevedo, quienes muestran, a través de 11 visualizaciones, la relación entre anuncios pagados en las páginas oficiales de Facebook e Instagram de los tres candidatos a la presidencia, así como el alcance que tuvo cada publicación. Un segundo material gráfico es realizado por Fernando Castañeda y María Quinn Cervantes. Aquí los autores presentan un monitoreo de diez medios nativos digitales con cobertura nacional, con el objetivo de analizar la cobertura de la campaña a través de una muestra estadísticamente representativa de 18 días. Se revisaron las notas centradas en las candidaturas, el tratamiento positivo o negativo que se dio y los temas con que se les asociaba.

Como parte de los análisis escritos de la sección, Pablo Zayas Morales reflexiona sobre la retórica de la oposición en México durante las elecciones de 2024, la cual se centró en presentar a la candidata y al partido oficiales como actores ilegítimos, radicales o antidemocráticos. El otro texto que completa Exploraciones es el de David Alejandro Serafín Martínez, quien hace un diagnóstico de las políticas de seguridad en El Salvador desde una perspectiva filosófico–utilitarista. Aquí el autor argumenta que las decisiones políticas de Bukele priorizan el bienestar colectivo a corto plazo sobre las libertades individuales, con medidas como el régimen de excepción y las detenciones masivas, pero éstas han debilitado las instituciones democráticas y erosionado el respeto por los derechos fundamentales. La sección se complementa con una entrevista a Víctor Olea sobre las elecciones presidenciales en ee.uu.

El número de esta edición cierra con un artículo de Nelson Cardozo publicado en la sección Ethos. En él, Cardozo revisa la literatura sobre políticas públicas en contextos de crisis, examina el propio concepto de crisis, la evolución hacia perspectivas de gobernanza flexible y discute las coyunturas fluidas en la formulación de políticas. Para ampliar el debate, el autor analiza empíricamente las respuestas gubernamentales durante la pandemia por Covid–19. Así, concluye que es necesario contar con sistemas de gobernanza más adaptativos para enfrentar crisis con mayor efectividad.

Luis Antonio González Tule

Coordinador del número