Exploraciones
doi: 10.31391/ap.vi3.53 Recepción: 15-03-2023 Aprobación: 24-03-2023
Las mujeres en movilidad humana por el Occidente de México: entre la urgencia migratoria, la invisibilidad y la violencia
Mariana de Obeso Fernández del Valle Karla Chávez Camargo |
De Obeso, M. & Chávez, K. (2023). Las mujeres en movilidad humana por el Occidente de México: entre la urgencia migratoria, la invisibilidad y la violencia. Análisis Plural, (3). |
Resumen: Las mujeres en contexto de movilidad humana por la ruta Centro–Norte del Occidente de México son un perfil migratorio del que se tiene poca visibilidad. Las causas y motivaciones para salir del lugar de origen, al igual que las preocupaciones, dinámicas, necesidades y responsabilidades al momento de realizar el trayecto hacia Estados Unidos son muy diferentes a las de los hombres. Por ello, el presente trabajo recoge los principales hallazgos tras el análisis de la base de datos de la investigación “Movilidad humana por la ruta Centro–Norte del Occidente de México: Vulnerabilidades, alternativas y políticas públicas”,1 desde las causas de salida y las vivencias de los trayectos vividos por las mujeres que fueron entrevistadas durante el trabajo de campo en cinco estados de la ruta Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Sonora y Baja California. |
Abstract: Women in the context of human mobility along the Central–North route of Western Mexico is a migratory profile of which there is little visibility. The causes and motivations for leaving their place of origin, as well as the concerns, dynamics, needs and responsibilities when making the journey to the United States, are very different from those of men. For this reason, this paper includes the main findings after the analysis of the database of the research “Movilidad humana por la ruta Centro–Norte del Occidente de México: Vulnerabilidades, alternativas y políticas públicas”, from the causes of departure and the experiences of the journeys lived by the women who were interviewed during the field work in the five states of the route: Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Sonora and Baja California. |
1 Véase más en https://transformaciones.iteso.mx/proyectos/movilidad-humana/
Palabras clave: Migración, migración interna, mujeres, maternidad, violencia. |
Keywords: Migration, internal migration, women, maternity, violence. |
Introducción
“[…] obviar divisiones […], dentro de procesos complejos como las migraciones provoca una visión parcial de la realidad migratoria e interpreta así a los flujos migratorios con parámetros sesgados”
—Guzmán Ordaz, 2011, p. 872
El objetivo del presente ensayo es hacer una revisión de testimonios de las 54 mujeres entrevistadas para fines del proyecto de investigación “Movilidad humana por la ruta Centro–Norte del Occidente de México: Vulnerabilidades, alternativas y políticas públicas”, así como identificar situaciones de violencia que provocaron o incentivaron su decisión de migrar.
Este trabajo es meramente enunciativo y busca poner sobre la mesa distintas esferas de reflexión sobre la migración femenina. En ese sentido, se busca visibilizar que las mujeres tienen dinámicas y prioridades distintas en su trayecto, lo que a su vez condiciona sus necesidades.
A partir de la información recolectada en campo hemos dividido este trabajo en cuatro apartados. El primero es una breve descripción de la metodología de las entrevistas y del proyecto de investigación. El segundo es una comparación de los perfiles demográficos y migratorios entre mujeres y hombres. El tercer apartado es una reflexión sobre los principales hallazgos encontrados en el análisis de entrevistas a mujeres que migraron, con especial énfasis a quienes migraron por una situación de violencia, el cual a su vez está dividido en dos subapartados, las mujeres desplazadas internas y las mujeres madres en situación de movilidad —dimensiones que en la mayoría de los casos entrecruzan entre sí—. Finalmente, el cuarto y último busca ser un espacio de reflexión y conclusiones sobre las implicaciones y necesidades diferenciadas que tienen las mujeres en contexto de movilidad en su trayecto por México, con una invitación a tener un enfoque desde la interseccionalidad.
Sobre las entrevistas y el proyecto de investigación
Este ensayo se hizo a partir del análisis de la base de datos de entrevistas a personas en contexto de movilidad1 del proyecto de investigación “Movilidad humana por la ruta Centro–Norte del Occidente de México: Vulnerabilidades, alternativas y políticas públicas” (iteso, 2022), el cual tiene como objetivo
describir y analizar las condiciones en que se da la movilidad humana de los grupos migratorios que convergen en la ruta del centro–norte del occidente de México, para construir alternativas que fortalezcan el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil y de políticas públicas que trabajen sobre procesos de atención e integración, desde un enfoque de derechos humanos y con perspectiva de género y etaria.
En el que, a su vez, uno de sus objetivos específicos es “analizar las dinámicas de las personas que convergen en ella, con sus necesidades y objetivos específicos, haciendo especial énfasis en los riesgos a la seguridad del migrante y en las capacidades de estos para afrontarlos”.
Por lo tanto, se busca aportar aquí a este objetivo, analizando los patrones y perfiles de las mujeres entrevistadas. Las entrevistas tuvieron un formato semiestructurado y siguieron una metodología etnográfica multisituada, y se visitaron cinco puntos geográficos de la ruta: Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Sonora y Baja California.
Para llevarlas a cabo se contactó a organizaciones de la sociedad civil con presencia en estos cinco puntos y que tuvieran a su cargo comedores o albergues de migrantes, o bien la defensa de los derechos de esta población, y que sirvan como espacios de reunión para entablar el diálogo. En ese sentido, resulta importante puntualizar que todas las entrevistas se llevaron a cabo en lugares seguros.
Perfil demográfico y migratorio de las personas entrevistadas
Si bien se busca visibilizar las dinámicas, las necesidades y los perfiles de las mujeres en contexto de movilidad que siguen su trayecto migratorio por la Ruta Centro–Norte del Occidente de México, es necesario primero identificar las principales diferencias que presentan las mujeres en comparación con los hombres, y con la población lgbttiq. En ese sentido, este apartado hace un recorrido breve sobre los perfiles demográficos y migratorios de cada uno de estos grupos para poder puntualizar y obviar las principales diferencias con especial énfasis entre mujeres y hombres.
Se levantaron un total de 160 entrevistas en cinco puntos del país. De las cuales 97 (60.6%) fueron a personas que se identifican como hombres, 54 como mujeres (33.7%) y 9 de la comunidad lgbttiq (5.6%).
Respecto de la nacionalidad de las mujeres entrevistadas, cerca de 40% eran mexicanas, 26% de Guatemala, 17% de Honduras y el 19% restante de Haití y El Salvador. Sobre los rangos de edad, no se entrevistó a ninguna menor de edad, y únicamente una de las mujeres entrevistadas era una adulta mayor —más de 60 años—. Asimismo, el grueso de la población se encontró entre los 18 y los 39 años —32% y 33%, respectivamente—. Las mujeres entre 40 y 49 años representaron 22% de la población, mientras que únicamente 6% de las mujeres eran mayores de 50 años.
En contraste, de los 97 hombres que fueron entrevistados casi 50% provenían de Honduras, 18% de México, 10% de El Salvador, 10% de Guatemala, 6% de Haití y el 6% restante de Venezuela, Nicaragua y República Dominicana. En lo respectivo a la edad, la mayoría se encontró entre los rangos de entre 18 y 29 años y 30 a 39 años, con 39.7% y 27.8%, respectivamente. Del total de hombres entrevistados 11.3% estaba en el rango de 40 a 49 años, mientras que sólo 10.3% eran mayores de 50 años. Finalmente, se desconoce la edad de nueve de los 97 entrevistados. También se entrevistó a un menor de edad (16 años).
Sobre la población lgbtq+ no se les preguntó con cuál colectivo específico se sentían identificados/as; sin embargo, en relación con las nacionalidades, cuatro de las personas eran de Honduras (44%), dos de El Salvador (22%), una de México (11%), otra de Jamaica (11%) y finalmente otra de Cuba (11%). Respecto de los grupos de edad, ocho de las personas (89%) tenían entre 18 y 39 años. Únicamente una persona era mayor de 50.
Es importante puntualizar que los grupos de edades son similares, con mayor presencia de personas entre 18 y 39 años —cerca de 65% de la población total—. La presencia de menores es sumamente limitada, ya que únicamente se entrevistó a un menor de edad (varón). Es interesante que para el caso de personas entre 40 y 49 años el porcentaje es del doble para las mujeres (22%), en contraste con los hombres (11%).
Una diferencia importante que debe considerarse es la nacionalidad, ya que la presencia de hombres hondureños es notable (casi 50%), en comparación con la de las mujeres (17%), en tanto que el grupo con mayor presencia de mujeres fueron las mujeres mexicanas (40%), en contraste con 18% de los hombres.
Si bien los perfiles no distan tanto, las verdaderas diferencias se encuentran en su manera de migrar, así como en sus razones y causas para hacerlo. En este sentido, resulta importante puntualizar que sí existe una dimensión de género que condiciona y determina de cierta manera las causas, las motivaciones, las necesidades y las implicaciones de las personas en contexto de movilidad, lo cual se desarrolla en el siguiente apartado.
Hallazgos del análisis de entrevistas
“[…] la presencia de las mujeres en los modelos teóricos no ha sido proporcional con la actividad de las mujeres en las migraciones”
—Guzmán Ordaz, 2011, p. 866
El siguiente apartado tiene como objetivo reflexionar sobre los principales hallazgos tras el análisis de las entrevistas realizadas a las mujeres y los hombres en contexto de movilidad, con especial énfasis en los contrastes entre los perfiles migratorios de ambos grupos. Éste, a su vez, se divide en dos partes, las mujeres madres en situación de movilidad y las mujeres que son desplazadas internas.2
Migración y maternidad
Para este apartado en específico es interesante hablar de cómo están viajando las mujeres migrantes en México a partir de la información recolectada en las entrevistas. De las 54 mujeres entrevistadas, dos estaban embarazadas al momento de migrar. La gran mayoría de las mujeres entrevistadas (80%) eran madres y 72% del total viajaban con sus hijas e hijos; 69% de los casos eran madres que viajaban con hijas e hijos menores de edad.3
Estos datos son significativamente distintos a los de la población masculina. A pesar de que cerca de 70% de los hombres entrevistados son padres, únicamente 25 de ellos (26%) viajaban con sus hijas e hijos menores —en contraste con 69% de las mujeres—. De los hombres entrevistados, 17 viajaban acompañados de su pareja. Esto significa que 70% de los hombres que viajaban con hijas o hijos menores lo hacían junto con su pareja, realidad para 49% de las mujeres entrevistadas.
En relación con las causas de su migración, la mayoría de ellas afirman que una de las principales razones para migrar fue por situaciones de violencia que vivían en su lugar de origen —ya sea contexto de violencia generalizada o violencia doméstica—. El hecho de que la mayoría de las mujeres viajen con menores nos invita a reflexionar sobre las expectativas y la responsabilidad que sienten las madres respecto de sus hijas e hijos. Es decir, de cierta manera, darles la oportunidad de vida y futuro con mejores oportunidades y lejos de un contexto violento.
Así, es importante puntualizar en las implicaciones que tiene esto no solamente en las dinámicas de movilidad, sino en sus necesidades y prioridades, al igual que en términos de atención.
Este patrón de movilidad de familias migrantes, o en su caso de mujeres que viajan con menores, condiciona fuertemente su proceso migratorio. Por un lado, se ven en la necesidad de buscar rutas más seguras en todos los sentidos. Es decir, con menor presencia de grupos delictivos, grupos policiales, retenes, estados más seguros; pero también en medios de transporte con menores riesgos y más accesibles para las y los menores —por ejemplo, autobús en lugar de tren—. Sin embargo, estas rutas suelen ser no sólo más largas sino más costosas.
Es preciso mencionar que también les toma más tiempo llegar a su destino, no solamente porque optan por vías más seguras —y más largas—, sino porque requieren de más tiempo de descanso para las niñas y los niños —o mujeres embarazadas o que acaban de tener a sus bebés—, lo que supone que estas mujeres busquen espacios seguros para descansar, como albergues, casas del migrante, centros de atención, etcétera.
En lo que concierne a los lugares de acogida, el hecho de recibir menores de edad, al igual que mujeres embarazadas o recién recuperadas del parto, o bien mujeres que viajan con menores y enfrentan situaciones traumáticas, no sólo como el hecho de salir de casa sino los riesgos en el camino, les da la obligación de proveer de ciertos servicios en términos de atención, como la asistencia médica, jurídica y psicológica. De igual manera, las dinámicas y actividades de los propios albergues se ven en la necesidad de adaptarse a esta población.
Asimismo, es importante considerar la dimensión psicológica y la carga de cuidados a la que se enfrentan las mujeres madres que se ven en la necesidad de dejar sus lugares de origen.
Migración interna, violencia y crimen organizado. Las mujeres de Guerrero y Michoacán
Tras el análisis de la información recabada en las entrevistas se decidió poner especial énfasis en las diferencias entre los perfiles migratorios de las mujeres y los hombres entrevistados. Mientras que más de 80% de los hombres entrevistados son extranjeros, de las 54 mujeres entrevistadas 21 son de nacionalidad mexicana, es decir, que 40% del total de entrevistadas son desplazadas internas.
Es importante resaltar que si bien las entrevistas se realizaron en distintos puntos del país, todas las entrevistas que se hicieron a mujeres mexicanas se llevaron a cabo en Sonora y Baja California; nueve de las 21 fueron entrevistadas en Nogales, en el estado de Sonora, mientras que las 12 restantes fueron en Tijuana, Baja California. Al ser ambos estados fronterizos, muchas de ellas en las entrevistas expresaron su interés por migrar y solicitar refugio en Estados Unidos.
Los estados de procedencia son principalmente Guerrero (33.3%) y Michoacán (52.3%), seguidos por Morelos (4.7%), Oaxaca (4.7%) y Monterrey (4.7%). Tanto Guerrero como Michoacán son estados en los que actualmente se vive una violencia agravada derivada de la presencia de cárteles y del crimen organizado.
En lo respectivo a Guerrero, la organización Tlachinollan (2022) menciona al crimen organizado como la causa del gran número de familias desplazadas en todo el estado. Las familias se ven en la necesidad de huir debido a que son víctimas de la violencia delincuencial y la falta de acción por parte del gobierno, situación que afecta a las madres de familia, que son las que tienen que sustentar económicamente el hogar tras la huida de sus esposos e hijos mayores, quedándose solas con sus hijas e hijos menores, quienes no cuentan con acceso a educación ni un lugar digno y seguro para habitar.
Por su parte, la presencia del crimen organizado en Michoacán y sus consecuencias para la población no son diferentes a las de Guerrero. En Michoacán los grupos criminales libran constantemente una guerra por el control del territorio, obligando a sus habitantes a considerar el exilio como la única opción viable (Cuvillier, 2022).
Debido a lo anterior, no sorprende que 100% de las mujeres mexicanas afirmaron haber salido de sus hogares por situaciones de violencia en su lugar de origen, mientras que 57%, al momento de describir el tipo de movilidad que vivían, señalaron específicamente al crimen organizado como la principal causa de salida.
Al crimen organizado le siguió el objetivo de pedir la condición de refugiada en Estados Unidos; 23% respondieron explícitamente que tenían la intención de llevar a cabo esa solicitud. La violencia física y psicológica también es una constante en la movilidad de las mujeres mexicanas; 10% de las entrevistadas comentaron que la causa de su movilidad es la violencia ejercida por sus exparejas. En los testimonios de estas mujeres podemos ver casos de violencia física e incluso amenazas a su vida y a la de sus hijas e hijos —este tipo de violencia puede derivar en casos de feminicidio o feminicidio en grado de tentativa.
Finalmente, 10% de las mujeres entrevistadas afirmaron que su objetivo final era llegar a Estados Unidos, meta que posiblemente comparten las 21 entrevistadas, aunque no todas lo hayan mencionado en su narración.
Como se mencionó en el apartado anterior, las mujeres mexicanas siguen estos mismos patrones de movilidad y maternidad. El 95% de las desplazadas internas eran mamás; 90.4% viajaban con sus hijas e hijos, de las cuales 85.7% viajaban con al menos un menor de edad, mientras que 4.7% lo hacía con un mayor de edad. A partir de lo anterior es importante resaltar que solamente 47.6% de las mujeres mexicanas estaban acompañadas en el trayecto por su pareja, quien no necesariamente era el papá biológico de sus hijos e hijas.
Lo anterior demuestra que debido a la actual situación de violencia que se vive en el país, en el caso de este perfil migratorio, principalmente en los estados de Guerrero y Michoacán, las madres de familia se están viendo obligadas a salir en busca de mejores oportunidades tanto para ellas como para sus hijos e hijas, más de 50% con la ausencia de una figura paterna.
Con la finalidad de visibilizar las distintas dinámicas migratorias de las mujeres, vale la pena poner sobre la mesa el perfil de hombres mexicanos que fueron entrevistados, ya que éste es muy distinto al de las mujeres.
De los 97 hombres entrevistados, 18 eran de nacionalidad mexicana, es decir, 18.5% en contraste con 40% de las mujeres que eran desplazadas internas. Otra diferencia entre ambos perfiles es su estado de origen; mientras que las mujeres salieron principalmente de Guerrero y Michoacán, los hombres lo hicieron de Guerrero y Veracruz; ambos son respectivamente 27.7% del total de entrevistados. Les sigue Michoacán con 11.1%, mientras que Baja California, Estado de México, Jalisco, Tabasco, Oaxaca y California4 son respectivamente 5.5%.
A diferencia de 90.4% de mujeres que viajaban con sus hijos e hijas, del perfil migratorio de hombres 33.3% lo hacían, de los cuales 83.3% viajaban con su pareja. Si bien la mayoría de las mujeres buscan mejores oportunidades de vida en Estados Unidos, la mayoría de los hombres eran repatriados que tenían como objetivo volver a cruzar la frontera. De los 18 entrevistados solamente 16.6% mencionaron al crimen organizado como causa de su desplazamiento y otro 16.6% al narco, mientras que 44.4% hizo referencia a la violencia general que se vive en el país. En contraste con las mujeres que tenían la intención de llevar a cabo una solicitud de asilo (23%), 16.6% de los hombres tenían la intención de realizarla.
Por ejemplo, David5 (2022) tenía como objetivo pedir asilo por las amenazas de muerte a su pareja e hijo debido a un exnovio celoso coludido con el crimen organizado, es decir, la causa del desplazamiento de esa unidad familiar era principalmente por amenazas contra la mujer. David y su familia son originarios de Guerrero.
Conclusión
A lo largo del presente trabajo se ha buscado visibilizar que las mujeres en contexto de movilidad humana en la Ruta Centro–Norte del Occidente de México tienen dinámicas y prioridades distintas en su trayecto con respecto a las de los hombres.
A partir de lo anterior, es necesario pensar en alternativas y políticas públicas especiales para los perfiles de mujeres mencionados; aunque éste puede no ser un grupo estadísticamente predominante, la grave situación de violencia en México no ha disminuido, y la realidad es que ha empeorado en los últimos años, así como en el resto de América Latina. De igual manera, detrás de cada madre migrante hay niñas y niños a quienes el Estado mexicano —y cualquier institución garante de derecho— tiene la obligación y la responsabilidad de garantizar su seguridad, en aras del interés superior de la niñez.
Por último, se extiende la invitación a profundizar en futuras investigaciones sobre el tema de las mujeres en contexto de movilidad interna, ya que en este trabajo se tuvo el objetivo de presentarlo y hacerlo visible. Así, es necesario profundizar tanto en las situaciones de violencia que enfrentan las mujeres como la relación que existe entre la maternidad y su decisión de migrar.
Es importante recuperar la experiencia de las mujeres mexicanas, desplazadas por situaciones de violencia extrema, de las madres migrantes, su vivencia en relación con su cuerpo, su maternidad, los trabajos de cuidados que asumen durante el trayecto. Recuperar también la voz de las infancias es necesario, pues sus vidas se ven fuertemente marcadas por los contextos de violencia y por la experiencia migratoria.
Asimismo, se invita a seguir haciendo investigaciones y reflexiones desde una mirada interseccional. En palabras de Magliano (2015, p. 694), “la apuesta interseccional [...] se asienta en la necesidad de recuperar las experiencias de los grupos subordinados y las relaciones de poder que enfrentan en diversos contextos socio–históricos”.
Referencias
acnur (s.f.). Personas desplazadas internas. Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Recuperado el 28 de marzo de 2023 de: https://www.acnur.org/personas-desplazadas-internas.html
cndh (s.f.). El Interés Superior de las Niñas, Niños y Adolescentes, una consideración primordial. Comisión Nacional de Derechos Humanos. Recuperado el 14 de marzo de 2023 de: https://www.cndh.org.mx/
sites/all/doc/Programas/Ninez_familia/Material/cuadri_interes_superior_NNA.pdf
Cuvillier, L. (2022). “En el estado mexicano de Michoacán los residentes huyen de la violencia de los cárteles de la droga”. France 24. Recuperado el 13 de marzo de 2023 de: https://www.france24.com/es/programas/en-foco/20220625-estado-mexicano-michoacan-residentes-huyen-violencia-c%C3%A1rteles-droga
iteso (2023). Base de Datos de Entrevistas a Personas en Contexto de Movilidad del Proyecto de investigación “Movilidad humana por la ruta Centro–Norte del Occidente de México: Vulnerabilidades, alternativas y políticas públicas”. Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. [Documento de consulta interna del equipo de investigación. Para consultar información escribir a adri@iteso.mx].
Guzmán Ordaz, R. (2011). “De la perspectiva de género al paradigma interseccional. Aportaciones para el análisis de las migraciones feminizadas”. Investigación y género, logros y retos: III Congreso Universitario Nacional Investigación y Género. Universidad de Sevilla (pp. 865–877).
Magliano, M. J. (2015). “Interseccionalidad y migraciones: potencialidades y desafíos”. Revista Estudos Feministas, vol. 23, núm. 3. Universidade Federal de Santa Catarina, Florianópolis (pp. 691–712).
Tlachinollan (2022). Guerrero, bajo las garras del crimen organizado. Tlachinollan. Recuperado el 13 de marzo de 2023 de: https://www.tlachinollan.org/guerrero-bajo-las-garras-del-crimen-organizado/
Entrevistas
David (30 de enero de 2022). Persona en situación de movilidad humana, Tijuana, Baja California.
Martín (30 de enero de 2022). Persona en situación de movilidad humana, Tijuana, Baja California.
1 Toda la información estadística recopilada en este trabajo es información obtenida a partir de la información de la base de datos del proyecto de investigación, la cual se encuentra en el apartado de referencias.
2 Las personas desplazadas internas son las que no han cruzado las fronteras de su país de origen, pero migran para buscar seguridad, es decir, por situaciones que ponen en riesgo su vida —desastres naturales, violencia generalizada, conflictos armados, etc.—. A diferencia de los refugiados, su huida se da dentro de su propio país (acnur, s.f).
3 Otra cosa que debe considerarse es que la presencia de menores acompañados obliga al Estado mexicano a tomar acciones en consecuencia y poniendo al centro el interés superior a la niñez, lo cual significa que “[...] todas las decisiones que se tomen en relación con un niño, niña o adolescente deben ir orientadas a su bienestar y pleno ejercicio de derechos” (cndh, s.f).
4 El hombre respondió que su estado de origen es California; según los datos recabados en la entrevista cuenta con la nacionalidad mexicana y estadounidense. Estuvo en prisión 10 años en Estados Unidos por posesión de cocaína y robo, después fue deportado a Tijuana, donde lleva seis años (Martín, 2022).
Nota de las autoras: los nombres de las personas entrevistadas se modificaron para preservar la identidad de las personas.
5 Nota de las autoras: los nombres de las personas entrevistadas se modificaron para mantener la identidad de las personas confidencial.